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Ventas Grandes

Las Flechas de Isabel La Católica

14 de mayo de 2016
Las Flechas de Isabel

Las Flechas de Isabel
Escudo de Los Reyes Católicos

En la postal anterior  le he hablado del Nudo de Gordio y de los dos caminos ante los problemas que se nos presentan: desatar y/o cortar. Y de paso le traía una de sus influencias: la referencia a esta vieja historia sobre Alejandro el Magno, en el escudo de los Reyes Católicos, específicamente,  el yugo de la carreta de Gordias y la cuerda rota que lo rodeaba, que en ese aparece. Pero también en aquel existe  otro emblema, el de la reina Isabel, un haz de flechas, igualmente atadas por un trozo de cuerda. En la nota para lectores españoles que en la postal anterior, El Nudo de Gordio, aportaba se apuntaba este asunto. (1)

1 Las flechas de Isabel la Católica, un emblema mucho más antiguo

Buscando en la Red, las referencias al haz de flechas de Isabel la Católica he encontrado múltiples explicaciones a la elección por la reina, de ese emblema. (2) Y más allá, otras referencias históricas al uso de emblemas similares y anécdotas históricas anteriores, atribuidas a otros protagonistas. (3) (4)

Pero en todas ellas hay un denominador común: la unión de iguales genera una fuerza que no poseen los individuos que forman el grupo, cuando actúan por separado. Y su contrario: la fuerza que proporciona la unión de iguales, desaparece cuando se intenta ejercer en solitario.

El haz de flechas que no pudo ser roto

Hace un tiempo vi en televisión una telefilm que era un «remake» de Espártaco, una película famosa, de hace unos treinta años, dirigida entonces por Stanley Kubrick.  La versión actual no supera al modelo original pero una de sus escenas, que no estaba en el primer film, me gustó mucho.

Es esta: Tras muchos meses de rebelión, en un momento en el que el grupo heterogéneo de esclavos y gladiadores se enfrenta a una situación muy grave  y en el que la  huida y la deserción aparece entre ellos como algo más que una opción, el líder, Espartaco, muestra a sus capitanes, una flecha y le dice al más fuerte de todos ellos que la rompa, lo cual hace ése con gran facilidad. A continuación le da un fajo de flechas y el más fuerte, no puede quebrarlo. Entonces, Espartaco se dirige a todos y les hace la siguiente reflexión que todavía hoy, en circunstancias muy diferentes, vale también para nosotros:

―»Por separado, somos flechas que cualquiera puede romper una a una, agrupados en un «atado», nadie podrá con nosotros

Repárese en que son las mismas flechas. Y que es su agrupación en «un atado», una unión, una amalgama… Y que eso es lo que le proporciona, al conjunto de las mismas, una estructura mucho más resistente.

3 El haz de flechas inmobiliarias

Le sugiero que piense en esta imagen del fajo de flechas con frecuencia. Sobre todo si es usted de los que «no colaboran» con otros inmobiliarios, o si aun perteneciendo a una red o agrupación tampoco lo hace, o lo hace sólo algunas veces.

No lo dude, el valor que la estructura de venta agrupada produce entre sus asociados es parecido al del símil  del haz utilizado.

En cuanto pueda «asóciese» con otras inmobiliarias bajo alguna forma de venta compartida y goce de la sinergia que se produce cuando un grupo voluntario y entusiasta, decide trabajar junto.

¡Siga con salud!

Miguel Villarroya Martín, a 14 de mayo de 2016 /  Madrid. España / RdP. 013 / ventasgrandes.com

Notas:

(1) Véase: La leyenda del nudo gordiano. En esta postal decíamos:  “Tanto monta, abreviación de tanto monta cortar como desatar, es el mote heráldico (comienzo de una frase breve que constituía, sola o acompañada de la empresa —o figura heráldica—, una divisa alusiva a la persona que lo usaba) que utilizó Fernando II de Aragón llamado el Católico. Su divisa personal consistía en la representación del nudo gordiano atado al yugo, cortado (que remitía a la anécdota de Alejandro Magno), acompañado del mote «tanto monta», que iniciaba la frase «tanto monta cortar como desatar», señalando que los medios utilizados para resolver un problema no son importantes frente a la solución de este. Probablemente esta divisa le fue sugerida a Fernando II de Aragón por el gran humanista Antonio de Nebrija.”  Léase la nota completa y obsérvese las figuras que en ella  se aportan. Son muy interesantes.  Como es conocido, el yugo ―de la carreta de Gordio― y la cuerda  rota por Alejandro que lo envolvía, han desaparecido del actual escudo de España.

Que ahora completamos con:

Y también han desaparecido  las flechas de la Reina Isabel La Católica, atadas con la misma cuerda, que nos remitía a otra anécdota de Alejandro: El emblema de las flechas fue por otro lado elegido por Isabel la Católica como símbolo, y parece que podría tener también relación con otra leyenda del mundo clásico. Según se cuenta, un filósofo (de nombre desconocido) dio en una ocasión a Alejandro Magno una lección que le sirvió durante todas sus conquistas. El filósofo cogió un determinado número de flechas y las fue partiendo por la mitad una a una con bastante facilidad. No obstante, a continuación cogió el mismo número de flechas y trató de partirlas todas a la vez, pero le fue imposible. Este hecho dio a Alejandro una gran lección, la de que la unión hace la fuerza.” Véase en la web: Mi rincón de la bahía.

Esta historia sobre Alejandro se cuenta también de otras formas:Isabel también admiraba a Alejandro, que era uno de los referentes históricos en el Renacimiento. En su obsesión por la unidad de los reinos de España, recordaba una leyenda que se contaba de Alejandro. Un filósofo, en su presencia, había tomado varias flechas de una en una, y las partió con toda facilidad. Después, tomó varias a la vez, juntas, y no consiguió partir el haz que formaban. Con ello quería indicar a Alejandro que sólo conseguiría conservar su imperio si lo mantenía unido, pues esa era la única manera de que fuera fuerte. Léase en: MemoriaBLAU.

(2) El lector interesado puede ver una muy excelente introducción a este tema en el ensayo de  Sagrario López Poza: Empresas o divisas de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón (los Reyes Católicos), de la Universidade da Coruña (España).

(3) Pero cosas similares se cuentan, además de Alejandro, de algunos otros personajes. Véase por ejemplo la que nosotros aportamos en referencia a Espártaco  o la de José Chamorro que la atribuye a Gengis Jan: Una flecha sola se puede romper fácilmente. Muchas flechas juntas jamás se pueden romper”.  Este mismo autor aporta otra referencia: la película japonesa de 1985, de Akira Kurosawa, Ran (Caos), en: ADYNATA,  Los Emblemas de los Reyes Católicos.

En la web: Hispaniainfo.es se recoge un artículo titulado: Excitante memoria de mongoles y escitas. El haz de Doña Isabel: una raíz remota. Publicado el 28 enero, 2011, por Yusuf ibn-al-Rahmán, en el que se dice: “Hay, sin embargo, una sorprendente referencia al haz muchos años anterior a los Reyes Católicos, en una conseja recogida en el “Mongyol-un ´uca Tobca´an”, la obra literaria clásica más antigua de las que ha conservado el pueblo mongol, datada en 1240.

Cuenta Shagdaryn Bira que, en esta crónica, redactada con ánimo de describir la historia más o menos mítica de los khanes mongoles, el origen de Gengis Khan y la gloria de la Horda Dorada, se refiere un relato popular entre los escitas, el de las cinco flechas atadas en haz: “Un día de primavera, mientras hervía la carne seca de un cordero, llamó la madre a sus cinco hijos y les hizo sentarse en fila. Dio una flecha a cada uno, diciéndoles “-Quebradla”. Cada uno quebró su flecha y la arrojó al suelo. Después ató otras cinco flechas en un solo haz y les dijo nuevamente: “-Quebradlo”. “Sucesivamente todos intentaron quebrar el haz de flechas, pero ninguno lo logró”. “Vosotros, mis cinco hijos”, dijo, “nacisteis todos de un mismo vientre. Si os separáis, como las primeras cinco flechas, cualquiera podrá destruiros. Pero si permanecéis unidos con el mismo fin, como las flechas atadas en haz, ¿quién podrá derrotaros?”

Cuenta también que Plutarco refirió cómo el rey escita Skilur (siglo II-I antes de Cristo), convocó a sus hijos antes de su muerte y pidió a cada uno de ellos que quebrara un fajo de dardos, a lo que ellos se negaron; entonces el rey los quebró uno a uno, advirtiéndoles que unidos serían invencibles.”

El recado es nítido: la unidad prevalece, mientras que la disgregación destruye. Un mensaje añejo, pero de mucha actualidad.”

Esta historia la hemos visto también en el Correo de la Unesco número de septiembre de 1989

(4 ) La imagen utilizada se ha tomado de Wikimedia y en ella estaba como imagen de Dominio Público.  Agradecemos a esa organización su cortesía por el libre uso de la misma.